A menudo, cuando se lleva a cabo la reforma de una vivienda, se busca mejorar ciertos aspectos estéticos, de distribución de las estancias, cambios de materiales, mejoras y cambios en el aislamiento de la propia vivienda o incluso una remodelación completa que incluya todos esos aspectos y el cambio de muebles y electrodomésticos.
Debido a la gran cantidad de cambios que se pueden llegar a dar en una vivienda, cabe la posibilidad de que estos cambios reduzcan las necesidades energéticas de la propia vivienda, pues las mejoras introducidas ayudarán a mantener las condiciones del interior de las estancias.
Debido a esto, el momento en el que se lleva a cabo una reforma es un momento ideal para revisar los contratos de los suministros de la vivienda, para dado el caso de que se necesite una modificación de los mismos, ejecutarla desde el primer momento.
Uno de los cambios más habituales que se produce al reformar una vivienda, es el cambio en la demanda de potencia eléctrica, pues en muchos casos, al modificar las condiciones que presenta el hogar, reducimos el consumo de energía.
Debido al peso que supone la potencia eléctrica disponible en una instalación, en esta entrada, desde Selectra, comentaremos los aspectos más importantes que se deben conocer de este concepto, las maneras disponibles para calcular la potencia necesaria en un inmueble y el procedimiento para su cambio en caso de que se encuentre mal ajustada en el contrato de la luz.